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La desarrolla la farmacéutica francesa Valneva, se encuentra en la fase III de sus ensayos y ya se conocen los primeros datos sobre su nivel de eficacia.

Hasta el momento, son ocho las vacunas contra el Covid-19 que se están negociando en el seno de la Comisión Europea. Algunas ya se están administrando: se trata de las de Pfizer/BioNTech, Moderna, AstraZeneca y Janssen (Johnson & Johnson). Con otras, existe ya un acuerdo firmado, pero su entrada en el país está aún por concretar: es el caso de Curevac y Sanofi. Y, por último, hay dos cuya negociación está en curso: Novarax y Valneva.

Pero, más allá, del punto en el que se encuentren las negociaciones, contratos, envíos o dosis entregadas, en el caso de las que ya han sido autorizadas por la Agencia Europea del Medicamento, hay una gran diferencia en una de ellas que la convierte en única respecto a las demás. Se trata de la vacuna contra el Covid-19 que está desarrollando la farmacéutica francesa Valneva y que, recientemente, ha entrado en la fase III de los ensayos clínicos.

Las de Pfizer y Moderna son de ARN mensajeros -inyectan directamente secuencias de ARN que llevan a las células a fabricar proteínas presentes en el coronavirus para acostumbrar al sistema inmunitario a él-; las de AstraZeneca y Johnson & Johnson utilizan la técnica del «vector viral» -también integra material genético en las células, pero toma como «lanzadera» un virus preexistente que es diferente del coronavirus-; y las de Novavax y Sanofi se basan en la proteína de la espícula S (Spike), por lo que recurren a la inyección de proteínas del coronavirus para generar la respuesta inmunológica. Pero la de Valneva será la primera vacuna inactivada que inicie su desarrollo clínico en Europa. ¿En qué consiste? ¿Qué las diferencia de las demás? ¿Qué significa vacuna inactivada?

La vacuna de Valneva, la ‘VLA2021’, es de las anteriores la única que se compone de un virus completo del SARS-CoV-2 (causante del Covid-19), pero inactivado. Está integrado por partículas inactivadas del virus, que tienen una fuerte densidad de proteínas S (la «llave» que permite al coronavirus penetrar en las células humanas), conjugadas con dos adyuvantes, en concreto, el aluminio y el CpG1018. Valneva aprovecha para su desarrollo la plataforma con la que cuenta a propósito de su vacuna frente a la encefalitis japonesa. En definitiva, es una vacuna de las consideradas convencionales, en el que se utilizan los virus patógenos o alguno que sea muy parecido y se mantienen activos, pero debilitados, como ocurre en las vacunas antigripales y antipoliomielíticas.

Las vacunas de ARN mensajeros, de vectores virales y basadas en las proteínas S son mucho más rápidas de fabricar que las inactivadas, pero, en estas últimas, expertos de ciertos gobiernos como el británico, tienen puestas grandes esperanzas para responder a la aparición de nuevas cepas. Las vacunas inactivadas utilizan todo el coronavirus para desarrollar la respuesta inmunitaria. Esto «hace que sea mucho más probable que refleje las mutaciones», según señaló el secretario de Estado Nadhim Zahawi a los diputados británicos a principios de febrero, juzgando que la vacuna de Valneva podría ser, por tanto, «increíblemente eficaz» contra las distintas variantes.

Ensayos y primeros datos sobre eficacia

La profilaxis de la farmacéutica francesa Valneva contra el Covid se presenta en dos dosis intramusculares. En las fases I y II se administraron a adultos de entre 18 y 55 años, en una muestra de 153 personas, administradas con 21 días de diferencia y los resultados determinaron que se mostró una respuesta «segura» y las reacciones adversas no aumentaron con la segunda inyección. Estos efectos secundarios fueron leves o moderadas y solo algunos pacientes sufrieron dolor de cabeza o fatiga de manera transitoria. En cuanto a su eficacia, según recoge la Asociación Española de Vacunología: «la vacuna fue altamente inmunógena con más del 90% de los voluntarios alcanzando niveles significativos de anticuerpos, oscilando entre el 89.8% de seroconversión para los de dosis media y del 100% para los que recibieron dosis altas medidos por anticuerpos IgG que tuvieron una alta correlación con los neutralizantes«.

La compañía informaba a finales de abril de que iniciará en Reino Unido, con el apoyo del Instituto Nacional de Investigación en Salud (NIHR), la fase III de sus ensayos clínico en el que participarán 4.000 personas de más de 18 años. El objetivo principal es determinar la inmunidad que se consigue dos semanas después recibir las dos dosis con un intervalo entre ellas de 28 días.

Se espera disponer de datos provisionales sobre esta nueva fase de ensayos en otoño de este año y se puedan iniciar así los trámites para su aprobación. En cuanto al contrato previsto inicialmente con la farmacéutica francesa con la Comisión Europea, la compañía ofrecería a todos los Estados miembros la posibilidad de adquirir conjuntamente 30 millones de dosis, con una opción de comprar hasta 30 millones de dosis suplementarias.

https://www.diariosur.es/sociedad/salud/primera-vacuna-virus-inactivado-covid-20210525104610-nt.html