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¿Alguna vez has sentido que tu cuerpo entra en alerta y quedas sin energía? ¿O tal vez no te relajas, experimentas tensión, presión y no concilias el sueño? La ansiedad y el cansancio son dos problemas comunes para una población que tienen que responder a distintas demandas desde muchos frentes.

Si bien la ansiedad es una respuesta normal del cuerpo ante situaciones de peligro o estrés, cuando se vuelve crónica o desproporcionada tiene efectos negativos en nuestra salud mental y física. Sus síntomas comprenden sudores, palpitaciones, tensión muscular o dificultad para mantener la concentración.

Por otro lado, el cansancio es una sensación de debilidad y falta de energía debido a factores como el estrés, la falta de sueño, una mala alimentación o enfermedades físicas. ¿Puede el cansancio ser un síntoma de las personas ansiosas? La respuesta corta es sí; los argumentos se plantean durante la lectura.

¿El cansancio deriva en ansiedad?

La relación entre estar ansioso y cansado es bidireccional. Es decir, la primera puede causar esa sensación de agotamiento; mientras que el segundo es capaz de aumentar la ansiedad. Incluso, es posible que se forme un círculo en el que la persona termina atrapada.

Cuando alguien está cansado, es más probable que experimente estrés y ansiedad, lo que a su vez empeora el agotamiento. Esto quizás desencadene alteraciones cognitivas que lleven a un insomnio del tipo crónico y compliquen el círculo vicioso de estar cansado y ansioso, reseña un artículo de la Revista de Neurología.

Con relación a este tema, un trabajo compartido en Psychiatry research encontró prevalencia de ansiedad severa entre los médicos que estaban expuestos a los riesgos laborales frecuentes en su profesión, como es el caso del estrés y cansancio.

Este último resultaba de la privación del sueño, estar de guardia fuera del horario laboral, trabajar muchas horas, enfrentar la escasez de personal o la gran cantidad de pacientes.

¿Puede la ansiedad causar cansancio extremo?

Sí, la ansiedad puede causar cansancio extremo o fatiga crónica, cuando se prolonga por más de 6 meses (Garay & Ganado, 2019). Al experimentar ansiedad, el cuerpo se encuentra en alerta constante, lo que agota la energía y hace que la persona se sienta cansada todo el tiempo.

Además, es probable que el cansancio se presente en conjunto con otras enfermedades, como expresión de trastornos emocionales y físicos.

¿Cuáles son los síntomas que pueden provocar este cansancio?

Son múltiples los síntomas más comunes del cansancio producido por la ansiedad y no solo se refieren a la parte física; abarcan la mental. A continuación, te describimos algunos de ellos:

  • Dificultad para concentrarse o recordar cosas: el cuerpo se encuentra en un estado de alerta que le impide concentrarse y procesar información.
  • Tensión: si padecemos ansiedad, es normal que el cuerpo se encuentre en tensión, manteniéndonos preparados para reaccionar ante cualquier posible peligro.
  • Sensación de agotamiento constante: puede variar desde una fatiga generalizada, hasta una debilidad extrema; es como si no se tuviera la energía suficiente para realizar actividades cotidianas, aunque sean simples.
  • Irritabilidad o cambios de humor: el agotamiento perenne dificulta mantener un ánimo estable y tranquilo. Además, la fatiga crónica perjudica la calidad del sueño, empeorando los cambios de humor y la irritabilidad.
  • Dolores de cabeza: cuando el cuerpo está agotado, tal vez experimente dolores de cabeza, como resultado de la tensión muscular en el cuello o los hombros. Además, la fatiga crónica provoca migrañas en algunas personas.
  • Alteraciones del ciclo sueño-vigilia: al tener ansiedad hay mayor actividad mental; por ejemplo, a través de pensamientos negativos o preocupaciones. Dicha actividad afecta durante el día y puede interferir por la noche, tanto en la conciliación del sueño como en su mantenimiento. Por lo tanto, la ansiedad afecta el descanso.
  • Problemas digestivos: la ansiedad también guarda relación con las alteraciones estomacales. El eje intestino-cerebro se entiende como la comunicación bioquímica establecida entre el sistema nervioso, endocrino e inmunitario. Así, nuestro tracto gastrointestinal resulta influenciado por el sistema nervioso central y viceversa.

¿Cómo podemos reducir la ansiedad y el cansancio?

Hay muchas formas de reducir la sensación de estar cansados y ansiosos; varias son interdependientes. Por ejemplo, hacer ejercicio con regularidad ayuda a minimizar la ansiedad y mejorar la calidad del sueño; lo que a su vez baja los niveles de agotamiento.

La meditación y la respiración profunda controlan ansiedad y mejoran el descanso reparador. Además, seguir una dieta saludable y equilibrada, aparte de dormir lo suficiente, incide en el descenso de la extenuación y favorece el estado de ánimo general.

A propósito de este tema, en una entrevista titulada El cerebro, nuestro mejor aliado contra el estrés, de la iniciativa Aprendamos Juntos de la BBVA, la psiquiatra y escritora Mariam Rojas-Estapé resalta la importancia de conocer cómo funcionamos y cuáles son los factores que nos estresan.

La especialista sostiene que cuando entiendes tu cuerpo y tu personalidad, es mucho más fácil hacer frente a aquellas situaciones estresantes, que cansan y causan ansiedad.

¿Qué ocurre cuando el cansancio es mental?

Pensar una y otra vez en lo mismo y sentir que la cabeza estallará son manifestaciones del cansancio mental. Este se describe como la sensación de fatiga o agotamiento por el trabajo intelectual prolongado y exigente. Se caracteriza por una sensación de falta de energía mental e inconvenientes para concentrarse en las tareas cognitivas.

Los síntomas de este cansancio abarcan problemas de concentración o para tomar decisiones; también fatiga, lentitud mental y dificultades para recordar información nueva. Es importante destacar que este estado puede ser un síntoma de diversas condiciones médicas, incluyendo la depresión y la ansiedad.

No solemos ocuparnos por descansar la mente y este cansancio tiene un gran impacto en nuestra vida; muestra de ello la reseña el Diario La Ley . En una publicación indican que en el ámbito de la justicia el cansancio mental que experimentan los profesionales incide en la toma de decisiones judiciales.

Y, si bien este es un ejemplo concreto en un área específica, el cansancio mental se expresa en todas las acciones que lleve a cabo la persona, afectando su trabajo y sus relaciones.

¿Cómo enfrentar la ansiedad y el agotamiento, incluso mental?

Para gestionar el agotamiento mental debes aprender herramientas que te permitan manejar tus propios pensamientos. También la práctica de algún tipo de actividad física mejora la ansiedad y, a su vez, esa extenuación que te puede invadir. Además, es importante no olvidar la practica del autocuidado.

Puedes sentirte mal por estar cansado, sin energía o que no rindes como te gustaría. Pero no dejes de ser comprensivo y evita culparte por no estar en un nivel óptimo, tanto físico como mental. Solo ten precaución cuando el agotamiento es frecuente y consulta con un especialista para recibir la guía de un profesional.

Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


 

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