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La hipertensión es una afección crónica consistente en el incremento de la presión de la sangre sobre la pared de las arterias. Es conocida como hipertensión arterial o HTA y afecta a un alto porcentaje de la población.

Se calcula que en España padece HTA un 35% de adultos y es un factor de riesgo importante para sufrir enfermedades cardiovasculares. La HTA puede ser esencial -la más frecuente- donde no existe una causa clara (por factores ambientales, predisposición genética, estrés, obesidad, tabaco, alcohol, etc.) o secundaria (por enfermedades renales, cardiovasculares, endocrinas, etc.).

Hoy hablamos solo sobre la hipertensión y deporte, como medida efectiva para rebajar o contener los valores de tensión arterial por vía no farmacológica.

Hipertensión en deportistas: ¿cómo afecta el deporte a la tensión?

Tensión arterial y ejercicio físico

El deporte y el ejercicio físico afectan a la presión arterial pero no de forma negativa sino más bien todo lo contrario. Y es que el pulso y los niveles de presión arterial de un corredor habitual siempre serán más bajos que los de una persona que no practica deporte al comportarse el sistema cardiovascular de modo más eficiente, tanto en necesidad de recursos (oxígeno) como en el transporte de los mismos (dilatación de los vasos sanguíneos).

Según el famoso cardiólogo Lawrence Horwitz los niveles de presión son más bajos en deportistas porque su cuerpo “trabaja mejor” que el de una persona no deportista.

¿Es peligroso correr con hipertensión?

Correr de manera moderada o caminar son actividades compatibles con la hipertensión y no solo eso, en la mayoría de ocasiones resulta beneficioso para las personas hipertensas porque es capaz de mejorar sus niveles de tensión arterial, con una clara incidencia en la mejora del sistema cardiovascular. De hecho, ya en 1989 la Organización Mundial de la Salud (OMS), tras observar los resultados de múltiples estudios, incorporó el ejercicio físico entre las medidas orientadas a rebajar los valores de tensión arterial.

Es más, en el Documento de Consenso de la Sociedad Española de Medicina del Deporte (SEMED) titulado como “Prescripción de ejercicio físico en la prevención y tratamiento de la hipertensión arterial” se afirma que  el tipo de ejercicio físico recomendado que debe combinarse con el tratamiento de hipertensión arterial es el aeróbico: caminar, correr, bicicleta, nadar o remar son perfectos y pueden acompañarse de ejercicios de fuerza.

Aún así, conviene saber que si padeces hipertensión es necesario consultar con tu médico antes de comenzar un programa de ejercicio físico continuado; en ocasiones resulta adecuado estabilizar los valores de la HTA antes de adentrarse en cualquier actividad física de cierta intensidad. Además, con hipertensión se recomienda una prueba de esfuerzo para valorar si se puede practicar deporte habitualmente y a qué intensidad.

Frecuencia cardíaca durante el ejercicio

El pulso también se ve afectado durante la carrera. Un corazón de un deportista tendrá menos latidos por minuto que el corazón de una persona que no practica ejercicio físico a menudo. Así, los 60-80 latidos estándar en reposo serán menores en un corredor o deportista habitual porque su corazón no necesita trabajar tanto para bombear sangre a las zonas donde debe hacerlo.

Así, un corredor profesional que corra maratones puede llegar a tener 40 latidos (o menos) en reposo frente a las 60-80 de una persona sedentaria.

Tensión arterial durante el ejercicio físico

Como hemos visto se acelera la frecuencia del corazón, favoreciendo el transporte de oxígeno a los músculos e incrementando la presión en los vasos sanguíneos. Se eleva también progresivamente la presión sistólica (la máxima). En cuanto a la presión diastólica (la mínima) puede elevarse ligeramente, aunque lo habitual es que se mantenga. Cuando el ejercicio se detiene, la presión arterial tiende a volver a sus niveles en reposo.  A este control del organismo durante el ejercicio sobre la presión arterial se le atribuye el efecto beneficioso del ejercicio sobre la HTA.

Consejos para controlar la hipertensión

Ahora que ya sabes que el deporte regular es efectivo para reducir la presión arterial, ¿qué otros consejos deberías poner en práctica para regular y controlar tu HTA? Nosotros te dejamos algunos a continuación:

  1. Controla tu presión arterial de forma regular y si tienes hipertensión, con más razón.
  2. Practica ejercicio regular. De nada sirve entrenar tres horas un día cada dos semanas. Sé constante.
  3. Reduce el consumo de alcohol y deja de fumar. Estas dos adicciones no favorecen tu ritmo cardiaco pero sí favorecen el incremento de tus niveles de tensión arterial.
  4. Reduce el consumo de sal. Seguro que esto ya te lo ha recomendado tu médico pero no entiendes el porqué. Básicamente, la sal contiene un alto volumen de sodio y este ocasiona retención de líquidos. Eso significa un mayor volumen de sangre y de fuerza a la hora de que tu corazón realice su bombeo. ¿El resultado? Una presión arterial más alta de lo normal.
  5. Modifica tu alimentación. Tu médico te asesorará y te concretará qué alimentos son más beneficiosos para una persona hipertensa. En general debes aumentar el consumo de alimentos ricos en potasio y alimentos ricos en fibra.
  6. Reduce tu peso y mantén la línea. La obesidad no es buena amiga de la tensión arterial.
  7. Intenta vivir relajado y no someterte a situaciones tensas o estresantes.

Ahora ya sabes cómo mejorar tu hipertensión con ayuda del deporte y de otra serie de consejos comentados en este artículo. Entonces, ¿a qué esperas para ponerlos en práctica?

¿Cómo influye el deporte en la hipertensión?