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Poco conocido en comparación con las bacterias y los virus, el nuevo trabajo abre la puerta al uso de hongos reveladores como herramienta de diagnóstico, pronóstico y terapéutica ante el cáncer.

Un equipo internacional de científicos, codirigido por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California, en San Diego, Estados Unidos, ha creado el primer atlas de micobiomas pancancerosos, es decir, una encuesta de 35 tipos de cáncer y su vinculación con hongos, tal y como publicó la prestigiosa revista científica «Cell» este jueves.

Las células cancerígenas y los microbios tienen una asociación larga y duradera. Ambos han coevolucionado dentro de los ecosistemas del cuerpo humano, a menudo dependiendo de los mismos recursos. La competencia por estos recursos suele afectar la replicación y supervivencia de las células cancerígenas, los microbios y el huésped humano, tal y como recuerda el estudio.

La asociación entre el cáncer y los microbios individuales se ha estudiado caso por caso durante mucho tiempo, pero gran parte de la atención reciente se centra en todo el microbioma humano, particularmente en el intestino, que alberga más comunidades de bacterias, virus y hongos, y más diversas, que en cualquier otro lugar del cuerpo humano. Sin embargo, las funciones y la influencia de los hongos asociados con el cáncer siguen sin estudiarse en gran medida y se desconocen.

Los hongos son organismos más complicados que los virus y las bacterias. Tal y como detalla la investigación, se trata de «eucariotas, organismos con células que contienen núcleos, por lo que sus células son mucho más parecidas a las animales que a las bacterias o virus».

«La existencia de hongos en la mayoría de los cánceres humanos es tanto una sorpresa como una expectativa», asegura Rob Knight, PhD, profesor de los departamentos de Pediatría de la Facultad de Medicina de UC San Diego y de Bioingeniería y Ciencias de la Computación de la Facultad de Medicina Jacobs de UC San Diego. «Es sorprendente porque no sabemos cómo los hongos pueden ingresar a los tumores en todo el cuerpo».

Los hongos que se encuentran en el cuerpo humano son de dos tipos principales: hongos ambientales, como la levadura y el moho, que generalmente no representan ningún daño para la mayoría de las personas sanas, y los hongos comensales, que viven sobre o dentro del cuerpo humano y pueden ser inofensivos, pero brindan un beneficio como mejorar la salud intestinal o contribuir a enfermedades, como infecciones por levaduras o enfermedades hepáticas. Los hongos también desempeñan un papel en la configuración de la inmunidad del huésped, para bien o para mal, lo que cobra mucha importancia en las personas inmunodeprimidas, incluidos los pacientes con cáncer.

Así, el nuevo estudio caracteriza el micobioma del cáncer (hongos relacionados con el cáncer) en 17.401 muestras de tejidos, sangre y plasma de pacientes en 35 tipos de cáncer en cuatro cohortes independientes. Los investigadores encontraron ADN y células fúngicas en cantidades bajas en muchos de los principales cánceres humanos, con diferencias en las composiciones de la comunidad que diferían entre los tipos de cáncer.

«El hallazgo de que los hongos están comúnmente presentes en los tumores humanos debería impulsarnos a explorar mejor sus efectos potenciales y reexaminar casi todo lo que sabemos sobre el cáncer a través de una lente del microbioma», asegura el coautor Ravid Straussman, MD, PhD, investigador principal del Instituto Weizmann de Ciencias. Los análisis que compararon comunidades fúngicas con bacteriomas (el componente bacteriano del microbioma) e inmunomas (genes y proteínas que constituyen el sistema inmunitario) coincidentes revelaron que las asociaciones entre ellos a menudo eran «permisivas» en lugar de competitivas. Por ejemplo, se encontró que una especie de hongo estaba enriquecida en tumores de cáncer de mama de pacientes mayores de 50 años, mientras que otra especie era notablemente abundante en muestras de cáncer de pulmón. Los investigadores dijeron que había correlaciones significativas entre hongos específicos y la edad, los subtipos de tumores, el tabaquismo, la respuesta a la inmunoterapia y las medidas de supervivencia. Queda por determinar si los hongos están simplemente correlacionados o asociados causalmente.

«Estos hallazgos validan la opinión de que el microbioma en su totalidad es una pieza clave de la biología del cáncer», afirma el coautor del estudio, Gregory Sepich-Poore, PhD, cofundador y director de análisis de Micronoma, «y puede presentar importantes oportunidades, no solo en la detección del cáncer, sino también en otras aplicaciones biotecnológicas relacionadas con el desarrollo de fármacos, la evolución del cáncer, la enfermedad residual mínima, la recaída y el diagnóstico complementario», avanza.

https://www.larazon.es/salud/20220929/s5zuj5htfbb75biqcl4dcvw6ne.html