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Qué sabemos sobre la fibromialgia

Después de años sufriendo de dolores de los cuales no se sabía su procedencia, en el año 1981 se le otorga el término de fibromialgia. En el año 1987, la Universidad American College Of Rematology anuncia que la fibromialgia existe. Pero no es hasta el año 1992, que la OMS (Organización Mundial de la Salud), califica la fibromialgia como una enfermedad reumatológica.

  • Afecta más a mujeres que a hombres.
  • Que hay más de 1 millón de personas afectadas en España.
  • Que afecta a todas las edades, razas o etimologías.

La fibromialgia es una enfermedad de causas aún no determinadas, que se caracteriza por un historial de dolor generalizado y por una sensibilidad al dolor.

¿Cuales son sus síntomas?

DOLOR MUSCULAR

El dolor muscular constituye el síntoma más destacado de la fibromialgia. El dolor producido por la fibromialgia ha sido descrito de diversas formas, tales como: ardor, punzada, rigidez y sensibilidad. A menudo varía según la hora del día, el nivel de actividad física, el clima, los patrones de sueño y la fatiga nerviosa. La mayoría de las personas con fibromialgia dice que siempre siente algo de dolor. Estas personas sienten el dolor principalmente en los músculos.

FATIGA

El 90% de las personas con fibromialgia experimenta fatiga moderada o severa, menor resistencia al esfuerzo, o el agotamiento típico propios de la gripe o la falta de sueño. La fatiga es un obstáculo mayor que el dolor, puesto que impide que la persona se sienta con las fuerzas de practicar deporte o tener movilidad. Si a esto le añadimos el estrés, las emociones negativas y el cambio climático, el resultado es una intensificación del dolor lo que provoca que se haga algo crónico.

TRANSTORNOS DEL SUEÑO

La mayoría de las personas con fibromialgia experimenta trastornos del sueño. Aunque pueden conciliar el sueño sin grandes dificultades, tienen un sueño muy ligero y se despiertan con frecuencia durante la noche. A menudo, estas personas se levantan sintiéndose cansadas, incluso después de haber dormido durante toda la noche. La fatiga resultante puede ir desde la apatía y la disminución de resistencia, hasta el agotamiento.

Importancia de la detoxificación en la fibromialgia

Se ha observado en personas aquejadas de fibromialgia, sensibilidad o intolerancia a ciertos productos químicos, como: gasolina, keroseno, gas natural, pesticidas, disolventes, tapizados nuevos, adhesivos, pegamentos, fibra de vidrio, formaldehído y glutaraldehído, agentes limpiadores y ciertos medicamentos (dinitroclorebenzano para las verrugas, neosinefrina intranasal, antibióticos prolongados, anestesia en general con petroquímicos – cloroformo-, etc).

El Dr. Miquel Pros cita varios estudios que confirman esta idea. Por ejemplo, un 25 – 50 % de las mujeres con implantes mamarios de silicona presentaban Fibromialgia. El motivo probable sería que las prótesis dejan escapar silicona o incluso pueden romperse (el 70% se rompen diez años después del implante), provocando una reacción autoinmune. Los porcentajes se han estimado así: dolores musculares: 80%, trastornos neurológicos: 77%, síndromes gripales: 78%, fatiga crónica: 78%, síndrome de ojos y boca secos: 60%, síndrome de Raynaud: 48%.

Por otro lado, se realizó un escáner cerebral a personas con hipersensibilidad a sustancias químicas diversas y a afectados por fibromialgia. Todos presentaron las mismas alteraciones cerebrales típicas: reducción del flujo sanguíneo cerebral en ciertas partes del cerebro, que se relacionan con la memoria y concentración, así como las que controlan las funciones de regulación del dolor (sistema límbico).

Se acumulan las evidencias que señalan una correlación marcada entre la habilidad del cuerpo para detoxificar sustancias xenobióticas y la presencia de procesos de enfermedad crónica, como la fibromialgia o el síndrome de fatiga crónica. De hecho, aumenta la corriente médica que trata de encuadrar la fibromialgia, el síndrome de fatiga crónica y el síndrome de sensibilidad química múltiple en las denominadas enfermedades multisistémicas. Lo cierto es que el factor común en las tres parece ser este: la sensibilidad anormal a los xenobióticos.

Podemos decir que, el 86% de casos presentaban sensibilidad e intolerancia a productos químicos del ambiente: perfumes, higiene industrial, disolventes,petroquímicos, insecticidas, aditivos alimentarios de origen químico, etc. En la anamnesis de consulta con los pacientes fibromialgicos deberíamos preguntar específicamente por el grado de tolerancia a los xenobióticos y a ciertos alimentos, de esta manera comprenderíamos mejor hasta qué grado es un condicionante importante para cada caso particular.

Vamos a tratar la fibromialgia como una enfermedad multisistémica y observaremos no solo la enfermedad, sino también todo lo que pueda afectar a la persona: entorno familiar , trabajo, estado de ánimo, alimentación, hábitos de vida.

A continuación, describiremos las fases para ayudar a mejorar dicha enfermedad:

1 Detoxificación

2 Reestructuración biológica del terreno

3 Mantenimiento del sistema

Es imprescindible conjugarlo con otras medidas como una alimentación adecuada, observando cuales son los alimentos habituales que tomamos. También el ejercicio es de vital importancia para que los músculos, adquieran una mayor flexibilidad.

FASE 1. DETOXIFICACIÓN

Higiene intestinal.

La limpieza de la pared intestinal es esencial para la absorción de nutrientes:

1º. Ayudar a expulsar putrefacciones, parásitos y flora patógena del intestino.

2º Restaurar y reparar la mucosa, cerrando los poros de la hipermeabilidad y restablecer un ecosistema favorable.

Regulación del pH – Desacidificación.

La mayoría de los pacientes diagnosticados de fibromialgia presentaban acidosis metabólica. Dicha acidosis no es un factor etiológico, sino una consecuencia de la mala alimentación, el sedentarismo, el estrés y/o el mal funcionamiento hepático-intestinal.

¿Cómo podemos desacidificar el Terreno? Disminuyendo los aportes y la producción de ácidos con un régimen alcalino adaptado, a sus necesidades ayudara a neutralizar los ácidos.

Existen métodos para la regulación del pH y para ayudar a la Detoxificación sencillos. Consultar el blogg.linfanew.com

FASE 2. REESTRUCTURACIÓN BIOLÓGICA DEL TERRENO

Mejorar el metabolismo.

Conseguir que este ataque en diferentes ámbitos nos aporte un resultado óptimo, no hay que observar la enfermedad en si misma si no todo aquello que la rodea o puede provocar estos síntomas. Observar todo aquello que hagamos y nos aporte un buen funcionamiento.

Merece una mención especial el magnesio que es un estabilizador de las moléculas de ATP (“moneda de remplazo energético”). En pacientes de FM se han demostrado alteraciones de la microcirculación muscular y una disminución de la síntesis de ATP en los músculos. Estas observaciones, que demuestran una anomalía de la producción de energía a nivel celular en los músculos de los enfermos de FM estudiados, podrían explicar al menos en parte los síntomas musculares de la enfermedad: una importante fatigabilidad muscular, y una disminución de la fuerza y de la resistencia muscular. (Besson, 2001).

Los estudios que investigan el efecto de la suplementación de magnesio en pacientes con FM muestran resultados positivos, lo cual permite considerar los estados carenciales de magnesio como un factor de riesgo para el desarrollo de la FM.

Existen muchos testimonios reales con verificación y estudios clínicos que demostraron una mejora de la enfermedad al tomar magnesio. Un ejemplo es el Alfred Blasi una persona que enfermo y que gracias insistir y probar diferentes métodos tanto de medicina convencional como alternativa, dieta etc.. ha conseguido curarse de la fibromialgia.

FASE 3. MANTENIMIENTO DEL SISTEMA

Una vez lograda la estabilización del proceso, bien sea con una remisión completa de la sintomatología (dolor, depresión,etc..), o bien con una mejora notable que no parece incrementarse tras 6 meses, es necesario establecer unos pilares fundamentales para mantener lo conseguido.

  • Seguir con unos buenos hábitos de alimentación.
  • Mantener contacto con la naturaleza, evitar los xenobióticos y alimentos.
  • Practicar regularmente ejercicio físico al aire libre, caminar etc..
  • Realizar ejercicios de relajación y meditación.
  • Cada 3 meses realizar una cura de detoxificación hepática.