Comenzamos un ciclo de entrevistas a diferentes miembros profesionales del CTN-INCA Instituto Nutrición Celular Activa, con el objetivo que conozcas un poco más sobre ellos, su experiencia y sus puntos de vista sobre la medicina integrativa etc. Hoy entrevisto a Juan Proaño Cosgaya Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del Pais Vasco y especialista en Otorrinolaringología con formación M.I.R. por el Hospital Universitario Dr. Peset, Valencia, y el Hospital Universitario Donostia.
– Buenos días Juan, para que te conozcan un poco mejor nuestros lectores ¿Cuánto tiempo llevas ejerciendo como médico y en qué especialidad?
– Finalicé los estudios de Medicina en 1979 y tras ejercer como médico de familia, oposité a la convocatoria MIR, obteniendo plaza en los hospitales Peset de Valencia y R. Aránzazu en Donostia para obtener el título en la especialidad de Otorrinolaringología.
– ¿En qué momento comienzas a dirigir la mirada a las terapias integrativas y particularmente a la Nutrición Celular Activa?
– Con frecuencia comento la frase de mi profesor de anatomía, el Dr. Sarrat, que decía “primum non nocere” (nunca dañar), a la que yo asocio, personalmente, el concepto de “más vale prevenir que curar”. Esta manera de entender la salud y la enfermedad de alguna manera ya la he reflejado en mi quehacer diario como médico ORL durante años, utilizando los fármacos y la cirugía cuando son necesarios, pero intentando educar al paciente en sencillos consejos que le permiten mejorar sus problemas de ORL. Hace años escuché al Dr. Claude Lagarde explicar el concepto de la Nutrición Celular Activa, donde vi la trascendencia de buscar una regulación de la biología celular alterada tanto en estados prepatológicos como cuando la enfermedad ya está declarada, independientemente de que sean necesarias acciones convencionales. Conferencias, lectura, escucharos al Dr. Grosdidier, y a ti mismo, en muchas ocasiones fue poco a poco acercándome cada vez más a la Medicina Integrativa y la NCA. Y ya llevo unos cuantos años compatibilizando mis recomendaciones más convencionales con la NCA.
– Por lo que te conozco sé que eres pragmático y nada dado a terapias pseudocientíficas. En este momento convulso que vivimos, sobre lo que es y no es científico en terapias, donde se ponen etiquetas sin contemplaciones, me interesa mucho tu opinión al respecto, y dada tu extensa experiencia en el ámbito más oficial, ¿Cómo valorarías la Nutrición Celular Activa dentro de este concepto de integrar lo bueno y no excluirlo?
– Bueno, yo no me considero pragmático, de hecho, tengo tendencia a seguir formándome y a escuchar otras opiniones y planteamientos. Sé que cada paciente es una persona que acude por unos síntomas o por una preocupación, al que debo escuchar y entender, y como recuerdo con frecuencia “soy yo y mis circunstancias”. Esas circunstancias no podemos dejar que pasen desapercibidas en un trabajo que solo se centre en neutralizar los síntomas. Somos mucho más que lo que nos duele o nos molesta… Y dentro de esta premisa he podido observar en estos años que la NCA está basada no solo en un concepto de terapia humanista que valora a la persona en su contexto y globalidad, sino que además, está respaldada por argumentos bioquímicos y fisiológicos objetivos y demostrables. Todo lo contrario de lo que pudiera denominarse pseudocientífico.
– Como sabes, Juan, yo también soy un convencido de que hay bueno y malo a ambos lados de la línea que separa lo convencional de lo no convencional. Lo ideal sería que un día esa línea se difumine y que toda medicina o terapia realmente efectiva se integre en los programas de salud oficiales, como ya se ha hecho en otros países. En este sentido, ¿no crees que si se aplicara una auténtica medicina preventiva, fomentando unos buenos hábitos higiénico-alimentarios desde la propia infancia, sería menos necesaria la medicina intervencionista (también necesaria)?
– En la Medicina Hospitalaria llevamos años trabajando mediante comités, para aplicar el tratamiento más adecuado a cada paciente, y es que reconocemos la importancia de trabajar en equipo. Es verdad que en la práctica muchas veces las exigencias con el número de pacientes por día limita enormemente la intercomunicación entre profesionales, pero estamos conscientes de qué es lo deseable. Estoy convencido de que la medicina integrativa será una realidad en un futuro próximo, y en este sentido es obvio que la educación en buenos hábitos de vida debe ocupar un lugar central.
– Bueno Juan, Dr. Proaño, muchas gracias por este ratito que le dedicaste a nuestros lectores.