La actitud ante el envejecimiento puede marcar la diferencia. Es una de las conclusiones que se desprende a raíz de los últimos hallazgos científicos. En concreto, el hecho de mantener una actitud optimista durante la vejez ayudaría a alargar la vida.
“Las personas con actitudes más positivas sobre la vejez tienden a vivir más tiempo y con mejor salud que las que tienen pensamientos negativos sobre ello”, afirma David Sinclair, profesor de genética en la Facultad de Medicina de Harvard.
La ciencia lo ha corroborado. Un estudio reciente publicado en la revista JAMA Network Open señala que una mayor satisfacción con el propio envejecimiento se asocia con una mejor salud y bienestar. Concretamente, los investigadores analizaron las diferencias de satisfacción con su edad entre casi 14.000 adultos mayores de 50 años.
“Las personas con actitudes más positivas sobre la vejez tienden a vivir más tiempo y con mejor salud que las que tienen pensamientos negativos sobre ello”, afirma David Sinclair, profesor de genética en la Facultad de Medicina de Harvard.
La ciencia lo ha corroborado. Un estudio reciente publicado en la revista JAMA Network Open señala que una mayor satisfacción con el propio envejecimiento se asocia con una mejor salud y bienestar. Concretamente, los investigadores analizaron las diferencias de satisfacción con su edad entre casi 14.000 adultos mayores de 50 años.
Por otro lado, según un estudio reciente publicado también en JAMA Network Open, las personas con deterioro cognitivo leve tenían un 30 por ciento más de probabilidades de recuperar la función de memoria perdida si tenían una actitud positiva sobre el envejecimiento en comparación con aquellos con sentimientos negativos sobre hacerse mayores.
Unos hallazgos que ponen en duda la noción de que el deterioro cognitivo leve inevitablemente empeora con el tiempo. De hecho, la mitad de las personas con deterioro cognitivo leve mejoran y recuperan una función cognitiva normal.
El estudio, que analizó datos de aproximadamente 1.700 personas de 78 años en promedio, reveló que aquellos con una visión positiva tendían a recuperar su memoria considerablemente más rápido, con una ventaja de recuperación de aproximadamente dos años. Además, los participantes con cognición normal y una actitud positiva al inicio del estudio fueron notablemente menos propensos a desarrollar deterioro cognitivo leve durante un seguimiento de 12 años.
Los expertos sugieren que el optimismo sobre el envejecimiento fomenta hábitos de vida saludables, como la socialización, el ejercicio regular y una dieta equilibrada, que son protectores contra el declive cognitivo. La depresión y el aislamiento social, en cambio, pueden contribuir al deterioro cognitivo al aumentar la inflamación sistémica y afectar negativamente la salud cerebral.
Así, a propósito de estos hallazgos, David Sinclair, experto en medicina de Harvard, insta a las personas mayores de 50 años a implementar ciertas prácticas en su vida para llevar una actitud positiva ante la senectud y sentirse más jóvenes de mente, cuerpo y espíritu:
Reducir la ansiedad
La ansiedad es más común con la edad, así que adoptar prácticas que ayuden a controlarla puede ser beneficioso, según este científico. “Meditar a diario, leer estoicismo (filosofía que enseña a potenciar al máximo las emociones positivas y reducir las negativas) o simplemente dedicar un rato al día a expresar gratitud son buenas formas de empezar”, en palabras de Sinclair.
Tener un propósito
Tener un propósito firme significa seguir persiguiendo objetivos y sentir que la vida merece la pena, según este científico. Ello implica explorar intereses centrados en el desarrollo personal, el crecimiento y la conexión con los demás.
Por ejemplo, aprender a tocar un instrumento o un idioma, ser voluntario en alguna causa, servir de mentor a alguien más joven o asistir a clases universitarias sobre temas que estimulen la mente. Sinclair también propone otras opciones como adquirir nuevas habilidades, ya sea hablar en público, cocinar o reparar automóviles.
“Si necesitas más inspiración, vuelve a tu juventud. ¿Qué te gustaba hacer cuando eras más joven? ¿Construías maquetas de trenes o practicabas algún deporte?”, sugiere.
Mantener el contacto
Socializar hace que nuestra mente permanezca activa y ocupada. De hecho, algunos estudios demuestran que los lazos personales ayudan a frenar los sentimientos de baja autoestima que impiden una mentalidad positiva.
A ciertas personas, les suele resultar más natural establecer vínculos a través de una actividad o interés compartido, según Sinclair. Así pues, sería recomendable para ellos la posibilidad de unirse a un grupo que comparta una actividad en común como puede ser el senderismo o los juegos de mesa.
“Otra opción es crear nuestro propio ‘grupo’, pequeño e íntimo con el que se interactúe regularmente. Programar reuniones semanales o mensuales con amigos, en persona o a través de una conferencia telefónica”, ejemplifica.
Plantear retos
Buscar un reto físico que poder superar de forma realista o una rutina en la que trabajar para alcanzar algo es una manera de mantener la mente sana y positiva, según el científico. Por ejemplo, “entrenarse para una carrera de 5 km, hacer senderismo, completar una serie de clases de entrenamiento o caminar un kilómetro y medio al día durante un mes”, señala.
Hacer ejercicio con regularidad aumenta la confianza en nuestra capacidad para mantenernos activos, así como plantear un reto que nos ayude a experimentar una sensación de logro se considera beneficioso. “Ambas cosas pueden hacerte sentir más joven”, apunta.
Encontrar un trabajo
Un lugar de trabajo nos ofrece la oportunidad de utilizar activamente habilidades mentales, como la resolución de problemas y el desglose de tareas complejas. También demuestra que seguimos siendo valiosos para los demás y para el mundo, y que nuestro aporte es necesario.
Rechazar los estereotipos
El prejuicio o edadismo -la idea socialmente generalizada de que una persona es demasiado mayor para realizar determinadas actividades-, puede poner freno a su mentalidad positiva. “Puede ser difícil de superar, pero debemos tener presente constantemente que nuestra edad no dicta si tenemos o no la capacidad, las habilidades o el deseo necesarios para tener éxito en algo”, concluye.
Referencias:
- Julia S. Nakamura, BS1; Joanna H. Hong. ‘Associations Between Satisfaction With Aging and Health and Well-being Outcomes Among Older US Adults’. JAMA Network (2022) doi:10.1001/jamanetworkopen.2021.47797
https://www.muyinteresante.com/ciencia/61483.html