Un estudio científico ha demostrado que Curcuma longa tiene un amplio alcance en nuestro metabolismo, desde los procesos oxidativos hasta las inflamaciones de bajo grado. Pero eso no es todo: incluso dirige la transcripción de sustancias inflamatorias.
La curcumina es el componente principal de Curcuma longa, que pertenece a la familia de las zinguiberáceas, de la cual forma parte también el jengibre. La curcumina es un pigmento amarillo que se aísla de los rizomas (tallos de raíz). Además de hierba culinaria y colorante natural, se puede emplear muy bien como producto terapéutico gracias a sus muchos componentes bioactivos a altas dosis.
La cúrcuma funciona como antioxidante
Curcuma longa es un potente antioxidante. Puede capturar las ERO, lo que reduce los daños en el cuerpo y la probabilidad de desarrollar un cuadro clínico. Otra propiedad interesante de la cúrcuma es que estimula la producción de enzimas desintoxicantes de fase II. Es el caso, por ejemplo, de los compuestos de glutatión como la glutatión peroxidasa. El glutatión es una especie de súper antioxidante que prepara para su reutilización la vitamina C, entre otras. La fuerza antioxidante de la cúrcuma es, además, diez veces mayor que la de la vitamina C y el resveratrol.
La cúrcuma inhibe las inflamaciones de bajo grado
En nuestra alimentación se trata de mantener una buena proporción entre los ácidos grasos omega 3 y omega 6, preferiblemente entre 5:1 y 1:1. Nuestra alimentación rica en omega 6 ha inclinado la balanza hacia proporciones entre 20:1 y 25:1. El problema que esto conlleva es que las enzimas COX-2 y 5-LO convierten el omega 6 en sustancias proinflamatorias (Simopoulos, 2002, 2008). Cuanto más se prolongue en el tiempo este proceso, mayor será la probabilidad de inflamación de bajo grado.
Curcuma longa inhibe las enzimas COX-2 y 5-LO, liberándose así menos sustancias inflamatorias (Simopoulos, 2002, 2008). Esto reduce la probabilidad de desarrollar, entre otras afecciones, neurodegeneración, diabetes tipo 2, patologías cardiovasculares, enfermedades autoinmunes y EPOC. Como complemento, también se puede rectificar este equilibrio comiendo más pescado y menos aceites vegetales como el de girasol. Sin embargo, esto es algo complicado dentro de las costumbres alimentarias actuales, por lo que Curcuma longa puede ser un suplemento muy oportuno.
Saber con certeza que hay inflamaciones de bajo grado
¿Cómo saber si realmente hay una carga inflamatoria crónica en el organismo? Quizá reconozcas los síntomas de una enfermedad y puedas atribuir en teoría la causa a una inflamación de bajo grado. O el estilo de vida y la dieta del cliente ya te lo digan todo. Pero si quieres tener verdadera seguridad, la mejor opción es realizar un test de PCR de alta sensibilidad en muestras de sangre.
El nivel hematológico de proteína PCR da la medida de la carga inflamatoria en el cuerpo. Pero para poder medirlo bien hace falta un análisis muy sensible. El «de alta sensibilidad» en el nombre del test hace referencia a ello. El análisis de PCR de alta sensibilidad mide de forma muy precisa el contenido de proteína PCR.
La cúrcuma inhibe la transcripción de sustancias inflamatorias
La cúrcuma combate los procesos inflamatorios no solo dentro del metabolismo. También al nivel de los genes puede frenar el desarrollo de enfermedades inflamatorias. El mecanismo de acción de la cúrcuma, además, está específicamente dirigido al NF-kB, es decir, al factor nuclear kappa beta. Se trata de un factor de transcripción responsable de la transcripción de las citocinas inflamatorias desde el genoma.
Hay toda una serie de patologías relacionadas con el NF-kB, entre ellas el asma, la ateroesclerosis, la diabetes tipo 2 y las enteropatías inflamatorias. El aumento de NF-kB también acelera el envejecimiento de células y tejidos. Curcuma longa posee un efecto inhibitorio sobre el NF-kB. La inhibición del NF-kB limita la carga inflamatoria en el organismo y protege a las células del daño oxidativo.
Fuentes
- Aggarwal BB, Deb L, Prasad S. Curcumin Differs from Tetrahydrocurcumin for Molecular Targets, Signaling Pathways and Cellular Responses. Molecules. 2015;20(1):185-205.
- Simopoulos A.P., The importance of the omega-6/omega-3 fatty acid ratio in cardiovascular disease and other chronic diseases, Exp Biol Med (Maywood). 2008 Jun;233(6):674-88.
http://naturafoundation.es/?objectID=14607&page