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El control de los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) puede contribuir a preservar la función física durante el proceso de envejecimiento, según una nueva investigación publicada por ‘The Journals of Gerontology, Series A: Biological Sciences and Medical Sciences’.

«Aproximadamente el 10% de las personas mayores padecen debilidad muscular y disminución de la función física, lo que conduce a resultados adversos para la salud y a la discapacidad física –afirma la doctora Shivani Sahni, autora principal del estudio–. Dado que la pérdida de función física contribuye a la reducción de la movilidad, la discapacidad, la institucionalización y la mortalidad, la gestión de los factores de riesgo de ECV puede ayudar a preservar la función física con la edad».

Este estudio demostró que las medidas vasculares están asociadas con la fuerza de prensión en los análisis transversales y con el cambio en la velocidad de la marcha (una medida de la función física) en los análisis longitudinales.

Se trata de uno de los primeros estudios basados en la comunidad que examinan exhaustivamente las relaciones de la rigidez aórtica y la función vascular con el deterioro de la función física relacionado con la edad.

Una mayor rigidez aórtica se asoció a una pérdida de la función física a lo largo de unos 11 años, explica Sahni, Profesora Asociada de Medicina en la Facultad de Medicina de Harvard y Científica Asociada en el Instituto Hinda y Arthur Marcus de Investigación sobre el Envejecimiento en Hebrew SeniorLife (Estados Unidos

El flujo sanguíneo disminuye con la edad, en parte debido a la rigidez arterial. La consiguiente disfunción de la dinámica de los vasos sanguíneos puede contribuir a la patología de los órganos y a la disminución de la masa muscular, explica la doctora Sahni. Sin embargo, pocos estudios han evaluado específicamente el papel de la función vascular y los cambios en medidas musculares funcionales como la movilidad y la fuerza muscular.

El estudio actual utilizó datos de una gran cohorte de hombres y mujeres relativamente sanos y amplía las investigaciones anteriores utilizando un diseño de estudio longitudinal.

La mayoría de los estudios publicados anteriormente han utilizado diseños de estudios transversales con tamaños de muestra modestos. Los autores creen que los estudios futuros deberían evaluar si las intervenciones dirigidas a la salud vascular pueden reducir el deterioro de la función física relacionado con la edad.

Esto es importante porque un tercio de los adultos mayores experimentan limitaciones físicas que contribuyen a reducir la movilidad, la discapacidad, la institucionalización y la mortalidad. Por lo tanto, es necesario desarrollar nuevas intervenciones dirigidas a la prevención de las limitaciones físicas en los adultos mayores, concluyen los investigadores.

https://www.dclm.es/noticias/143533/salud-inhalar-mentol-mejora-la-funcion-cognitiva-en-la-enfermedad-de-alzheimer