El cardiólogo leonés Esteban García Porrero recibe mañana día 24 el Premio Nacional de Medicina Siglo XXI en el apartado de Cardiología. El galardón reconoce que su consulta es de alta resolución, con técnicas de diagnóstico no invasivas y tratamiento basado en la evidencia científica. García Porrero es experto en rehabilitación cardíaca, cardiología preventiva y disfunciones sexuales de cardiópatas y tiene un Máster en Sexología Médica por la Universidad del Cantábrico, un Máster en Avances en Cardiología por la UCAM, Máster en imagen cardíaca de la Cátedra de Cardiología de la Sociedad Española de Cardiología, Máster en Insuficiencia Cardíaca de la cátedra de Cardiología de la Sociedad Española de Cardiología y Máster en Gestión Clínica de la Sociedad Española de Cardiología.
Actualmente, ejerce en la sanidad pública como responsable de la Unidad de Rehabilitación Cardíaca del Hospital de León y pasa consulta en su clínica privada. Ha compaginado su labor asistencial con la docencia. Es miembro de diferentes asociaciones y organismos internacionales, presidente de la Asociación Leonesa para la Prevención Cardíaca y nominador de los Premios Nobel de Fisiología y Medicina 2017, 2018, 2019,2020 y 2021.
—¿Ha estado en el jurado de los Premios Nobel?
—No, he seleccionado a los candidatos.
—¿Cuánto tiempo lleva trabajando en el Hospital de León?
—Más de 35 años. Soy el coordinador de la Unidad de Rehabilitación Cardíaca. La mayor parte de mi trayectoria profesional es en la prevención cardiovascular. Toda mi carrera la he dedicado a la prevención cardiovascular.
—Prevención y rehabilitación posterior.
—La rehabilitación es prevención secundaria después de haber tenido un infarto.
—En 35 años de experiencia profesional ¿cómo ha cambiado el perfil de las personas que tienen problemas cardiovasculares?
—Ha cambiado mucho en relación con el covid, sobre todo en la edad. Antes del covid teníamos pacientes infartados con una edad media de 75 años y ahora ha bajado de 65 años. Las causas que pensamos que han influido es que la pandemia y las vacunas han acabado con todos los pacientes mayores de alto riesgo.
—¿A qué se refiere cuando menciona a las vacunas?
—Las vacunas también tienen efectos secundarios.
—¿Qué tipo de efectos secundarios en este caso?
—Efectos cardiovasculares, igual que el virus. No hay ningún estudio hecho específicamente, pero es obvio. El virus produce efectos secundarios cardiovasculares así que las vacunas también, pero no está estudiado y no se puede afirmar con exactitud, pero es lógico.
—¿De qué manera ha afectado en los pacientes que atiende?
—Son pacientes más jóvenes a los que se ha adelantado la arteroesclerosis que produce el infarto.
—¿El virus y las vacunas ha bajado la edad de sufrir un infarto?
—Sí. Igual que la mayoría de los pacientes que murieron durante la pandemia lo hicieron por problemas cardiovasculares. El virus lo que producía principalmente eran trombosis pulmonares. Y las vacunas está reportado que producen también trombosis y pericarditis. No ha habido otra causa y lo estamos detectando en los últimos meses.
—¿Tanto como para cuantificar que hay una bajada de la edad de problemas cardiovasculares?
—Claro, por el virus y la vacuna, por las dos cosas.
—Los cardiólogos siempre han incidido mucho en la importancia del ejercicio físico y la alimentación saludable.
—Yo llevo más de veinte años celebrando en León la Semana del Corazón para divulgar los hábitos saludables en toda la población.
—¿Cree que todas las campañas han surtido efecto? ¿hay más concienciación social?
—Si te cuidas vas a tener menos efectos cardiovasculares y menos probabilidad de infarto. . Ahora vienen muy pocos por encima de los 75 años, en relación con los que vemos por debajo de 70 años. El promedio de edad ha bajado como diez años.
—Otra de las causas es el tabaco.
—Ha disminuido de forma importante.
—¿Cuales son las recomendaciones para una persona que tiene un problema cardiovascular? ¿son las mismas que hace 30 años, cuando empezó con la rehabilitación cardíaca?
—Las recomendaciones son casi las mismas, pero los objetivos han cambiado. A los pacientes de alto riesgo tenemos que bajarle el colesterol malo por debajo de 55, cuando hace poco tiempo era suficiente con bajarlo por debajo de 70. Han salido estudios nuevos que recomiendan bajarlo todavía más. Lo que estamos haciendo con los pacientes en prevención secundaria, que son los que han tenido un infarto, es modificar en exceso los que son factores de riesgo modificables, como el azúcar, la tensión. No permitimos fumar ni un cigarrillo ni estar en un ambiente de tabaco, insistimos muchísimo en el ejercicio y la alimentación. Son parámetros que nos van a ayudar a que el enfermo no vuelva a tener un infarto. Hay algunos factores de riesgo como la herencia o la edad que no se pueden modificar. En España mueren más de 35.000 personas al año por un infarto que no llegan nunca al hospital.
—¿Cómo se podría prevenir?
—Lo primero que habría que hacer en enseñar reanimación cardiopulmonar a toda la población y poner desfibriladores cercanos a los lugares que hay más acumulación de gente por todo el país. En León y en toda España, es muy importante formar a los chavales en los colegios. Ese es un proyecto que yo tenía para que en el currículo de educación física se formara a los jóvenes en rehabilitación cardiopulmonar y ellos, a su vez, como trabajo fin de curso, formar a otros diez familiares, que es como se ha hecho en Alemania.
—¿Cuántas muertes se evitarían?
—En algún cantón suizo y en los países nórdicos se han evitado hasta un 40% de las muertes súbitas.
—¿Ese proyecto que propuso no salió adelante?
—No, no salió adelante. Se lo propuse al anterior consejero.
—¿Qué proyectos tiene ahora mismo?
—El proyecto es terminar de montar la Unidad de Rehabilitación Cardíaca en el Hospital de León. Tengo más pero no me gustaría hablar de ellos hasta que no salgan adelante.
—¿Que le falta a la Unidad de Rehabilitación Cardíaca?
—Un local para meter todo el aparataje que tengo para hacer ejercicio físico. La unidad estuvo cuatro años parada y desde junio de 2022 estamos funcionando y ya hemos incluido a más de 400 pacientes.
—¿Cuántos pacientes se podrían ver al año en la unidad?
—Cuando estemos funcionando a tope deberíamos ver cerca de 2.500 al año.
—¿Cuántos profesionales necesita la unidad?
—He pedido personal, que todavía no me han concedido. La unidad necesita dos auxiliares de enfermería, dos profesionales de enfermería, tres fisioterapeutas y otro cardiólogo.
—Es un proyecto muy ambicioso.
—Sí, claro. A lo mejor inicialmente no tendremos todo, pero en un futuro debería ser así. Este premio que me dan va a ayudar para que la gente me tenga más en consideración.
—¿Siente que no está suficientemente considerado en el Hospital de León?
—Siento que no estoy suficientemente considerado.
—¿Qué significa para usted este premio que le dan mañana?
—El reconocimiento de una labor de muchos años, que la gente me conozca por mi importante currículo y me valoren.
—¿Por qué cree que hay reticencias para poner en marcha su proyecto?
—No es que haya reticencias, es que no me han dado el local adecuado para eso. He propuesto varios pero no han querido.
—Hace años sí tenía un espacio adecuado.
—Nunca he tenido un espacio, excepto cuando estuve en el gimnasio del Hospital Monte San Isidro. El resto del tiempo siempre he estado esperando por un local mejor, con carencia de medios total.
—También diseñó un proyecto para llevar la rehabilitación cardíaca a la zona rural.
—Monté un grupo en el centro de salud de La Palomera.
—El Gobierno está tomando medidas relacionadas con la publicidad en algunos productos de alimentación que considera no saludables y recomienda no comer tanta carne. ¿Está de acuerdo con estas medidas?
—Las medidas políticas para la población general son lo más efectivo porque afectan a toda la población. Hay que hacerlas bien. Hay casos como la prohibición de las grasas trans y del aceite de coco y de palma que han hecho algunos países europeos, pero otros no. Hay algunas medidas que probablemente no conozca, pero otras me parecen correctas. A los niños se les lleva a las hamburgueserías como premio, pero eso no es ningún premio, sino que realmente les hace daño y lo que se hace es sobrevalorar la comida que se produce en este tipo de restaurantes en lugar de favorecer el consumo de fruta y verdura y se promociona el consumo de carne y de grasa.
—¿No hay que consumir tanta carne procesada o roja?
—No.
—¿Cuál es la dieta ideal?
—La mediterránea, que disminuye hasta un 40% la incidencia cardiovascular en personas de alto riesgo. El estudio Predimer del año 2015, en el que participó León, tuvo mucha incidencia en EE UU pero aquí poca repercusión. La dieta mediterránea auténtica es la ideal.
—¿Y cuál es la auténtica?
—Todas se caracterizan porque la grasa principal es el aceite de oliva extra y priorizan las verduras frescas y legumbres como plato inicial y como segundo plato carne de pollo, pavo, conejo o pescado, relegando las carnes rojas a situaciones muy ocasionales.
—¿Y ejercicio?
—Es muy importante por lo menos tres días a la semana 45 minutos de ejercicio intenso.
—Intenso no es sólo caminar
—Caminar despacio no es hacer ejercicio intenso. Hay que caminar al menos seis kilómetros en una hora.
https://www.diariodeleon.es/articulo/sociedad/cardiologo-esteban-garcia-porrero-premio-medicina-siglo-xxi/202302230334082307358.html
Hola, dice que hay que bajar el colesterol malo por debajo de 50? Actualmente los valores para el malo son entre 0-130…
Parece muy complicado de conseguir
Muy muy interesante,aunque no me queda claro que el aceite de coco,esa grasa saturada beneficiosa,esté a favor de ella o en contra.
Gracias Felipe!