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Los romanos ya comían fresas salvajes y como cultivo aparecieron en jardines de Francia a finales del siglo XVIII. Siempre ha sido una fruta muy apreciada por su sabor, pero, en los últimos tiempos, también por todo lo bueno que tiene que ofrecer a nuestra salud.

 

Estudios anteriores con bayas en general habían demostrado que estas frutas ayudan a aliviar la inflamación y a proteger ciertas áreas del cuerpo, como el microbioma intestinal y el sistema cardiovascular. Ahora, un equipo de científicos de la Universidad Estatal de San Diego (Estados Unidos) ha concluido que comer el equivalente a dos porciones de fresas al día puede ayudar a mejorar la función cognitiva, reducir la presión arterial y aumentar la capacidad antioxidante de una persona.

 

Para llegar a estos hallazgos, los investigadores llevaron a cabo un estudio doble ciego controlado con placebo en el que participaron 35 hombres y mujeres sanos de entre 66 y 78 años. A lo largo del ensayo clínico, los voluntarios fueron asignados aleatoriamente a consumir 26 gramos de polvo de fresa liofilizado, equivalente a dos porciones de fresas frescas, o un polvo de control al día durante ocho semanas.

«Los compuestos polifenólicos de las fresas pueden mejorar la función cognitiva y la salud cardiovascular debido a sus capacidades antioxidantes», expuso la investigadora Shirin Hooshmand, de la Universidad Estatal de San Diego. «Nuestro objetivo era examinar los efectos de las fresas sobre la función cognitiva y la salud cardiometabólica en adultos mayores sanos».

¿Qué ocurrió al terminar el experimento?

Los resultados presentados en la Conferencia Anual de la Sociedad Estadounidense de Nutrición, Nutrition 2023, indicaron que incorporar una fresa a la dieta diaria podría mejorar la función cognitiva, reducir la presión arterial y aumentar la capacidad antioxidante del organismo. Así, entre otras cosas, los participantes experimentaron un notable aumento del 5,2 % en la velocidad de procesamiento cognitivo, lo que sería un valor muy positivo para los adultos mayores y la preservación de su función cognitiva; una notable disminución del 3,6% en la presión arterial sistólica, lo que podría tener implicaciones para el control de la hipertensión y el riesgo cardiovascular, y un aumento del 10,2% en la capacidad antioxidante total, lo que evidencia que las fresas pueden contribuir a combatir el estrés oxidativo.

En resumen, el consumo diario de 26 gramos de polvo de fresa liofilizado mejoró moderadamente la velocidad de procesamiento cognitivo, redujo la presión arterial sistólica y aumentó la capacidad antioxidante total en adultos mayores sanos.

«Nuestro estudio demuestra que consumir fresas puede promover la función cognitiva y mejorar los factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión», concluyó Hooshmand. «Nos alienta que un simple cambio en la dieta, como agregar fresas a la dieta diaria, pueda mejorar estos resultados en los adultos mayores».

Beneficios de las fresas

Hay varias sustancias bioactivas que se encuentran en las fresas. Contienen muchas vitaminas y minerales que el cuerpo necesita para mantenerse sano, como vitamina A, magnesio, potasio y folato (vitamina B9). Además, son muy ricas en vitamina C: comer solo ocho fresas proporciona al cuerpo su ingesta diaria de vitamina C. También tienen una gran cantidad de antioxidantes, incluidos polifenoles y fitoesteroles que apoyan nuestra salud.

En una investigación realizada en la Universidad Rush de Chicago (Estados Unidos) en 2022, las fresas y la pelargonidina, un bioquímico presente principalmente en ellas, también fueron asociadas con una menor incidencia de la enfermedad de Alzheimer e incluso, potencialmente, con ayudar a prevenir el cáncer.

https://www.alimente.elconfidencial.com/bienestar/2023-10-02/fresas-bayas-cerebro-funcion-cognitiva-salud_3740930/