Según la Asociación Española para el estudio de la Menopausia (AEEM), en España, la edad media en la que las mujeres llegan a la menopausia es a los 51 años. Sin embargo, algunas mujeres sufren un adelanto de la menopausia, lo que se denomina menopausia precoz o Fallo Ovárico Prematuro (FOP). Según el doctor Santiago Palacios, director de la Clínica Palacios de Salud y Medicina de la Mujer, «una menopausia precoz es la que se produce antes de los 40 años. Se llamaría menopausia anticipada entre los 40 y los 48 años». Hay varias razones para que esto ocurra y una de ellas es el estrés.
Los estudios hablan de la genética como factor determinante que justificaría este patrón pero, según el Instituto de la Menopausia, «las mujeres que sufren un alto nivel de estrés durante un tiempo prolongado tienen un 80% más de riesgo de tener la menopausia de manera precoz».
Sin embargo, el estrés no es el único desencadenante: Estar demasiado delgada eleva un 30% el riesgo de sufrir una menopausia prematura y ser fumadora, además de que puede aumentar los síntomas de la menopausia, también podría causar el adelanto de la misma, ya que se relaciona directamente con la reducción de la actividad ovárica.
El exceso de cortisol, una causa de menopausia precoz
El doctor Santiago Palacios señala el aumento de cortisol como una de las posibles causas desencadenantes. «El estrés crónico hace que el cortisol se eleve, lo que afecta directamente a los neurotransmisores cerebrales que controlan las hormonas y, a su vez, al funcionamiento de los ovarios». Es necesario subrayar el matiz entre estrés agudo y crónico. «Cuando el estrés se produce de manera puntual (estrés agudo), aumentan los neurotransmisores que facilitan el estado de alerta. Sin embargo, cuando hablamos de estrés crónico, los neurotransmisores se agotan», explica el experto.
De esta manera, como añade Palacios, «el cortisol afecta directamente sobre la hormona GnRH, situada en el hipotálamo. Al provocar un aumento de su segregación se produce la alteración del resto de hormonas del eje hipotálamo-hipófisis-ovario. Esto produce problemas reproductivos y su cronicidad agotaría la producción hormonal del ovario».
Sabemos que el estrés no sólo altera nuestra capacidad de atención. Convertido en factor de riesgo para padecer otras enfermedades, tiene un efecto directo en el equilibrio hormonal, por lo tanto, el estrés puede provocar alteraciones menstruales (que no necesariamente tienen que terminar en menopausia) a lo largo de toda la vida fértil de cualquier mujer. Además, «cuanto más estresada se encuentre una mujer, todo se percibirá con mayor intensidad y gravedad», dice el doctor, lo que posiblemente agudice los síntomas que se producen una vez llegada a esta etapa.
Riesgos de que se adelante la menopausia
Cabría pensar que, si no hay deseos reproductivos, tener la menopausia, por ejemplo, a los 40 años no sería tan grave… Pero es un gran error. No solo se adelantan los posibles síntomas (que padecerá una mujer en mayor o menor medida en función de sus factores genéticos y sus hábitos de vida). Cada ciclo hormonal perdido supondrá la pérdida de masa ósea, lo que se relaciona directamente con el aumento del riesgo de padecer osteoporosis (disminución de la densidad de los huesos a causa de la pérdida del tejido óseo).
«A medida que la mujer se acerca a la madurez, la masa ósea se pierde con mayor velocidad. Por eso, ante una menopausia precoz, por debajo de los 40, o una menopausia anticipada, por debajo de los 48 años, es un motivo suficiente, si no existe contraindicación, para indicar la terapia hormonal», declara el Dr. Palacios.
Señales de alarma y posibles soluciones
Tras el comienzo en las alteraciones menstruales llega el momento de atender a otros síntomas como los sofocos, las migrañas, el insomnio… Entonces, será el momento de acudir al médico para tomar decisiones de manera consensuada. «Si la causa de la menopausia precoz es el estrés deberíamos combatirlo. El estrés crónico no sólo afecta a las hormonas; también al sistema inmunitario», añade el especialista. El cortisol alto envía señales al organismo y ser consciente de ello debe ser el primer paso para poner en marcha una serie de prácticas saludables. El Dr. Palacios es tajante en cuanto a los pasos que toda mujer debería dar para llegar a una menopausia sana:
- Descanso. Dormir bien afecta a los niveles de cortisol y restaura el equilibrio de los sistemas del cuerpo.
- Actividad física. Mantener los huesos y músculos fuertes serán garantías de éxito cuando llegue la menopausia. El ejercicio de fuerza, por un lado, y cualquier otra práctica que fomente la relajación, por otro, serán claves para el equilibrio.
- Alimentación. Reducir los procesados, aumentar el consumo de alimentos ricos en Omega 3 y 6, huir de azúcares refinados y carnes rojas.
- Información. «Tener claro qué ocurre durante la menopausia, a qué edad debería llegar y tener toda la información para detectar cualquier anomalía tranquiliza a la paciente y le ayudará a vivirlo mejor», apunta.
- Hacerse revisiones anuales. Para el doctor esto es clave, «porque la detección precoz de cualquier alteración es la mejor manera de curar y prevenir.»
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