El ayuno intermitente entró pisando fuerte hace unos años, pero muchos vaticinaron que no sería más que una moda pasajera para perder peso. Desde entonces, este patrón de alimentación ha protagonizado una larga lista de estudios científicos y los expertos no sólo han confirmado que puede ser interesante para la pérdida de peso, sino también para el tratamiento de algunas enfermedades. Pero, a pesar de su éxito en varias investigaciones, los conceptos relacionados con el ayuno no tenían definiciones consensuadas, dando lugar a confusiones.
En este sentido, un estudio publicado en la revista Cell Metabolism ha venido a resolver esta situación. En este documento se da a conocer el consenso al que ha llegado un panel internacional de expertos sobre la definición de varios conceptos relacionados con el ayuno. «Los resultados de este proyecto promoverán la claridad, el rigor y la comparabilidad de las definiciones y ayudarán a fomentar la cooperación y las referencias cruzadas en campos científicos interrelacionados», explica Guadalupe Blay, coordinadora del grupo de nutrición de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (Semg).
Se trata, por tanto, de unas guías prácticas para asistir al médico de forma sistemática con el objetivo de mejorar su seguridad, calidad asistencial y que se ajustan a cada tipo de población, según aclara Blay. ¿Cómo se alcanzó este consenso? Tal y como se explica en el documento, se utilizó el método Delphi con varias definiciones estandarizadas y se realizaron cinco encuestas y una conferencia en directo, todas ellas online. Intervinieron un total de 38 médicos y 25 de ellos completaron todas las encuestas. Entre ellos, destaca la presencia del biólogo Valter Longo, director del Laboratorio de Longevidad y Cáncer en el Instituto de Oncología Molecular de Milán.
Definiciones
Al final, los participantes llegaron a un consenso sobre la definición de hasta 24 conceptos relacionados con el ayuno. Precisamente, el ayuno quedó definido como «la abstinencia voluntaria de algunas o todas las comidas y bebidas», el ayuno modificado, como «la restricción del consumo energético a un máximo del 25% de las necesidades de energía». Los ayunos a corto plazo son aquellos que duran entre dos y tres días, prolongados los que duran cuatro o más días y el ayuno intermitente al que se repite en períodos de 48 horas o menos.
Otros de los conceptos que entraron en el debate fueron los de ayuno solo de líquidos, ayuno de días alternos, ayuno religioso, alimentación restringida en el tiempo y dieta que imita el ayuno. De hecho, estos dos últimos conceptos, además del de ayuno intermitente, fueron los que más se discutieron, según los autores. Debido al interés que han despertado estas técnicas en los últimos años, el estudio contribuye a que se concrete el significado de cada término en las investigaciones futuras.
«Lo que parecía una moda ha llegado para quedarse. Algunas investigaciones sugieren que el ayuno intermitente puede ser más beneficioso que otras dietas para reducir la inflamación y mejorar las afecciones asociadas con ella. Por ejemplo, el alzhéimer, la artritis, el asma, la esclerosis múltiple o el accidente cerebrovascular», enumera Blay. Ahora bien, la experta apunta a que el ayuno no es una técnica segura para todo el mundo y que, por tanto, es esencial contar con la prescripción de un médico y un control.
Ayuno y longevidad
Tal y como apunta el trabajo publicado en Cell Metabolism, existe «abundante evidencia» de estudios animales sobre la capacidad del ayuno para prevenir y tratar de manera potencial un amplio espectro de enfermedades crónicas. «Las intervenciones con ayuno ralentizan los procesos de envejecimiento al afectar a señales claves, de este modo se expande la esperanza de vida en especies desde la levadura hasta los mamíferos», explican los participantes en el estudio.
«Sí, los distintos tipos de ayuno podrán servir como estrategias terapéuticas y preventivas asumidas por los médicos», apunta la experta de Semg, aunque reconoce que todavía faltan estudios a largo plazo en este sentido. En la actualidad, se han realizado trabajos sobre ayuno intermitente aplicados a enfermedades autoinmunes, inflamatorias, cardiometabólicas, neurodegenerativas e, incluso, junto con pautas de quimioterapia en cáncer. De todas formas, Blay explica que el ayuno sólo es un tipo más de estrategia nutricional.
«Los beneficios que nos puede aportar este método también pueden lograrse con una restricción calórica, bien pautada y personalizada en cada caso. Algunos estudios sugieren que el ayuno en días alternos es casi tan eficaz como una dieta baja en calorías para bajar de peso. Eso parece razonable porque reducir la cantidad de calorías que comes debería ayudarte a perder peso«, explica Blay. Debido al importante papel que podría tener el ayuno intermitente en la longevidad en los próximos años, los autores del estudio concluyen su trabajo recomendando el uso de estas definiciones.
https://www.elespanol.com/ciencia/salud/20240804/dieta-vivir-anos-definido-grupo-internacional-sabios-longevidad/875162931_0.html